Altar
Estamos agachados los cuatro.
Es raro... ¿que hacen estas cosas acá?.
No toquen chicos.
...
Estamos alto. Hay pasto y piedras, y árboles árboles árboles abajo y hasta la montaña.
Hace frío (como siempre).
Habíamos ido al bosque... en un rato estabas allá... tan cerca de casa, tan cerca de Ushuaia.
¿Por qué hay un pequeño altar de estampitas en esta cuevita?
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Las memorias de esa época son borrosas y pocas. Pero esa sensación de extrañeza todavía la recuerdo. No era expresamente miedo; era la reacción a algo inexplicable para mí.